Una receta curiosa. No dejan de ser unos panecillos de leche, con ingredientes de los más comunes, pero horneados de manera diferente. El resultado es muy jugoso y muy tierno. Esto lo vi en las recetas de Esbieta, me encantan sus recetas, aunque para hacerlas hay que tomarse el tiempo que merecen, vale la pena el esfuerzo. La receta es sencilla, pero si no estáis acostumbrados a amasar, recomiendo usar una amasadora, yo la uso Hasta conseguir que se despegue un poco y ya continúo con las manos, porque la masa es completamente pegajosa al principio y hay que trabajarla muy bien y eso es lo más difícil de la receta. Deliciosos... Tanto, que mi madre cuando los probó miraba mal a todos los que queríamos probar también, solo decía, oye... dejame para desayunar mañana, no te los lleves todos!!!😂
INGREDIENTES :
300 gr de harina de fuerza
9 gr de levadura fresca
35 gr de mantequilla sin sal
175 gr de leche hervida
35 gr de azúcar
2 yemas
5 gr de sal
Para el horneado :
220 gr de leche
1 o 2 cucharadas de azúcar
Azúcar vainillado o aroma de vainilla
Ella recomienda siempre hervir la leche porque le da mejor sabor. Así que hervir más cantidad de la necesaria y pesar los 175 gr de leche ya hervida. Dejar entibiar. Añadir la levadura y una cucharada de azúcar (del total de la receta) y mezclar. Dejar activar 15 minutos. Una vez se haya activado, añadir las yemas, el resto del azúcar y la harina. Añadir la sal y amasar un par de minutos que se integren bien los ingredientes. Dejar reposar 20 minutos. Una vez haya reposado comenzar a amasar entre 10_15 minutos. Añadir la mitad de la mantequilla e integrarla bien, no añadir la otra mitad Hasta que esté bien integrada la primera. Una vez hayamos integrado la mantequilla, amasar 5 minutos más. Cubrir y dejar reposar 30 minutos. Desgasificar la masa y volver a cubrir. Dejar reposar hora y media o 2 horas. Dividir la masa en 10 o 12 porciones sobre una superficie enharinada. Hacer bolitas y colocarlas en un molde engrasado, dejando un poco de separación entre ellas porque tienen que levar. En este caso yo hice lo que ella por que era más vistoso, estirar las bolitas con el rodillo y enrollarlas, luego hacer como una caracolas con ellas, pero no es necesario. Cubrir y dejar reposar una hora aproximadamente, yo las dejé toda la noche en la nevera. Precalentar el horno a 180°. En un vaso grande, poner los 220 gr de leche y añadir 1 o 2 cucharadas de azúcar y si queréis un poco de azúcar vainillado o aroma de vainilla. Disolver bien y con una cuchara, bañar por encima de los bollos con la mitad de la leche. Meter los bollos al horno y hornear 15 minutos. Abrir el horno y bañar con el resto de la leche. Hornear por 15 minutos más o hasta que veáis que toman el color que os guste, más o menos tostaditos. Dejar enfriar y desmoldar. Deliciosos! 😋
