Esta es una receta tradicional sacada de un libro antiguo. He visto algunas recetas de leche frita que pedían hasta flanes de sobre y huevos, ganas de complicarse la vida, la leche frita debería ser LECHE FRITA, y no natillas. esta es muy sencilla y los ingredientes son de los que solemos tener en casa. Saben mucho como las torrijas, así que al que le gusten le encantará.
INGREDIENTES:
500 ml de leche
100 gr de azúcar
25 gr de maizena
25 gr de harina
Cáscara de limón
Vainilla y canela
Huevo para rebozar
Aceite de girasol.
Reservar 125 ml de leche y poner el resto al fuego con el azúcar, la canela, la cáscara de limón y la vainilla. ( se hace un corte a lo largo de la vaina y con el dorso de un cuchillo se sacan las semillas). En la leche fría diluir la maizena y la harina. Cuando la leche empiece a hervir y haya infusionado un poco los aromas retirar la cáscara y las ramas de canela y vainilla y añadir el resto de la leche sin dejar de remover hasta que espese. Mojar un recipiente con agua fría, a ser posible mejor cuadrado o rectangular, y poner la crema. Tiene que tener aproximadamente 1 cm de espesor. Dejar enfriar completamente. Poner en una sartén abundante aceite de girasol e ir cortando la crema en cuadrados. Pasar por harina y rebozar con huevo y freír en la sartén. Dejar escurrir un poco la grasa sobrante sobre papel absorbente y finalmente rebozar de azúcar y canela. Riquísimos!