Muy rico, muy sano, dulce, pero sin resultar empalagoso, y si os gusta la miel os encantará seguro. Todos estos pasteles, bizcochos o panes dulces, son infinitamente más sanos y mejores que los industriales. También saben infinitamente mejor y no cuesta tanto trabajo hacerlos. Tomaros la molestia de leer los ingredientes que lleva la bollería industrial y sabréis la cantidad de basura que se les da a los niños. Evidentemente al no llevar ningún conservante, se resecan antes, pero dejándolos enfríar bien, se pueden congelar perfectamente y están como recién hechos.
INGREDIENTES :
3 huevos
250 gr de harina
2 cucharadas de azúcar moreno
120 ml de miel
150 ml de leche
120 ml de aceite de girasol
1 sobre de levadura química.
Calentar un poco la miel para que se ponga más líquida. Sólo un poco, si se calienta mucho se cuajará el huevo. Mezclar la miel con las yemas y el azúcar hasta que blanqueen un poco. Agregar la leche y el aceite. Mezclar. Añadir la harina que habremos tamizado previamente junto con la levadura. Mezclar bien. Montar las claras a punto de nieve y añadir a la masa con una espátula haciendo movimientos envolventes para que no se baje la masa. Precalentar el horno a 180°. Y hornear durante unos 30 minutos aproximadamente, hasta q al pinchar con un palillo este salga seco.
