Los Bagels son unas rosquillas de pan judío de origen polaco. Tienen una textura especial porque se cocinan dos veces. La primera se hierven en agua durante unos segundos y la segunda se hornean. Así se consigue que sean muy tiernas por dentro y doradas y crujientes por fuera.
INGREDIENTES:
125 ml de leche
25 gr de mantequilla
15 gr de azúcar glas
8 gr de levadura fresca
1/2 cucharadita de sal
1 huevo
200 gr de harina de fuerza
2 cucharadas de semillas de sésamo
Calentar un poco la leche. Añadir la mantequilla fundida y el azúcar. Añadir la levadura fresca desmenuzada ( mirad que esté tibia la mezcla y no demasiado caliente) y dejar reposar durante 10 minutos que empiece a espumar un poco. Incorporar la sal y la clara del huevo y batir. Añadir la harina y seguir batiendo hasta formar una masa. Amasar durante unos 15 minutos, hacer una bola y colocar en un bol engrasado. Cubrir con papel transparente o un paño limpio y dejar reposar una hora, hora y media hasta que doble su volumen. Dividir la masa en doce porciones y hacer bolitas de masa. Con el pulgar presionar en el centro de cada bola para hacer el agujero. Hacer girar los roscos con un dedo para agrandar un poco el agujero central. dejar reposar hasta que vuelvan a levar. Poner una cacerola al fuego y cuando empiece a hervir, ir cociendo los bagels por tandas durante 15-20 segundos. Ir colocándolos en la bandeja del horno sobre papel de hornear. Precalentar el horno a 200º. Diluir la yema de huevo con una cucharada de agua y pintar la superficie de los bagels. Espolvorear con las semillas de sésamo (si no tenéis podéis ponerle copos de avena), y hornear durante 20 minutos.
REFERENCIA:
Esto lo encontré en la revista "Delicias al horno" de PLANETA DeAGOSTINI.
