El pretzel es un pan salado en forma de lazo de origen alemán. Estuve mirando muchas recetas, la original pide extracto de Malta, pero aquí yo no la vi. Después de mirar varias recetas que la substituían por miel o azúcar moreno, la cambié por miel. El sabor es muy similar al de los lazos que vienen en las cajas de surtido de galletitas saladas. La textura de estos panes sin embargo, es un tanto chiclosa y blanda. El color tan oscuro es por un baño alcalino de agua y bicarbonato que también le da un sabor peculiar a los panes. No es difícil de hacer. La masa es fácil de amasar y no se pega, y tampoco tienen mucho reposo, eso sí, hay que seguir los pasos y una vez te pones es un poco entretenido.
INGREDIENTES:
500 gr de harina
300 ml de agua tibia
50 gr de mantequilla
30 gr de extracto de Malta (miel o azúcar moreno)
10 gr de sal
25 gr de levadura fresca (o 7 seca)
2 litros de agua
100 gr de bicarbonato
Diluir la levadura en el agua tibia con el extracto de Malta, miel o azúcar moreno. Dejar activar durante 15 minutos aproximadamente. Mezclar la harina con la sal. Añadir la mantequilla, en punto pomada, y la levadura. Amasar 10 minutos aproximadamente. Cubrir y dejar reposar 10 minutos. Cortar la masa en porciones (8 o 12, según las queráis de grandes) hacer bolitas y dejar que la masa se relaje durante minutos. Empezar a trabajar con la primera bolita que se hizo. Estirar un poco con los dedos y enrollar tensando la masa y procurando que no tenga mucho aire, no interesa para estos panes. Ir dejando los rulos en orden. Cuando terminemos de enrollarlos, empezar por el primero que hicimos otra vez. Ponerla sobre la superficie de trabajo e ir estirando la masa Hasta que queden las puntas más finas, dejando que el centro de nuestros rulos quede un poco más grueso que los bordes.
Doblar los bordes y cruzarlos 2 veces, como en la foto.
Llevar las puntas hacia los lados de la parte más gruesa y presionar bien con los dedos para que no se despeguen al levar.
Ir colocándolos sobre la bandeja de horno sobre papel de hornear. Yo hice 12 y usé 2 bandejas. Meter en la nevera por aproximadamente 1 hora. Poner una olla grande con el agua al fuego. Mientras sacar los pretzels de la nevera y con un cuchillo hacer un corte horizontal en la parte gruesa del pan. Cuando el agua rompa a hervir, añadir el bicarbonato de golpe y cuando deje de burbujear apagar el fuego. Ir metiendo los panes en el agua y bañarlos durante 30 segundos por todos lados. Sacar y dejar sobre la bandeja. Espolvorear con sal gruesa. Precalentar el horno a 190°. Meter los panes y hornear por 25 minutos o hasta que tomen ese color oscuro que los caracteriza. ¡Muy ricos!
