Esta la publiqué y la compartí ya otra vez, pero es tan rica y tan fácil, que si alguien se la perdió la vuelvo a dar. Y es que a quien no le gustan las rosquillas? Estas las hice para mi amiga, normalmente no me gusta ir a los sitios con las manos vacias y yo se que a ella y su familia les encantan, y cuando me tienen por su casa me piden que se las haga. Es una receta muy sencilla y rápida. En poco tiempo podemos tener un plato bien grande.
INGREDIENTES :
1 huevo
6 cucharadas de azúcar
6 cucharadas de aceite de oliva
6 cucharadas de leche
Ralladura de limón
1 sobre (doble) de gaseosa en papelillo
Harina, la que admita
Aceite para freír
Azúcar y canela para rebozar
Batir el huevo con el azúcar y añadir el aceite y la leche. Añadir la ralladura de limón y la gaseosa en papelillo. Si no tenéis o no sabéis lo que es se puede usar 1/2 sobre de levadura química. Añadir la harina poco a poco hasta obtener una masa manejable. A mi me gusta dejarla un poco pegajosa porque quedan más tiernas y duran más tiempo. Poner una sartén al fuego con abundante aceite. Ir cogiendo bolitas de masa y formando las rosquillas. Para ayudaros a q no se os peguen en las manos ir untándolas de aceite cuando os haga falta. Freír las rosquillas en tandas en el aceite, hay que ir controlando la temperatura, mi placa es del 1 al 12 y suelo ponerla al 8, pero de vez en cuando bajo un poco la temperatura para que se hagan bien. Sacarlas del fuego y ponerlas en un colador sobre papel de cocina para que suelten un poco de aceite y rebozar con azúcar y canela. Buenísimas!!!
