Esta las hice para mi mami, que es extremeña, le han gustado tanto que me ha pedido que haga otra vez. Aquí no las he visto nunca, pero allí es fácil verlas en las panaderías. Yo no tenía en casa ningún aparato especial para hacerle el rallado de la superficie. La receta que vi decía que se podía hacer con un tenedor de madera, pero los dientes del mío eran demasiado gruesos y al final las marqué con una regla y después las corté. Tampoco usé bicarbonato, le puse un par de sobres de gaseosa en papelillo (los sobres son dobles, hay que usar los dos, o sea que le puse 4 sobres). Como sea, son fáciles de hacer y si se guardan bien se conservan buenas durante bastante tiempo.
RECETA :
2 huevos
1 vaso de azúcar (250 gr aprox)
150 gr de manteca de cerdo
1/2 vaso de leche (100 ml aprox )
600 gr de harina
1 cucharadita de bicarbonato
10 gotas de esencia de vainilla
Batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen un poco. Añadir la leche y la esencia de vainilla. Mezclar. Añadir el bicarbonato y la manteca de cerdo a temperatura ambiente y poco a poco le vamos añadiendo la harina. Cuando no podamos seguir con las barillas lo hacemos con las manos. Tiene que quedar una masa blanda pero manejable. Enharinar la superficie de trabajo y con la ayuda de un rodillo estiramos la masa, la dejamos de aproximadamente un centímetro de espesor. Con la ayuda de un tenedor de madera (o la regla o cualquier cosa que tengáis a mano) hacer las marcas típicas rizadas de las galletas. Cortar las galletas de forma rectangular. Os deberían de salir unas 24 aproximadamente. Precalentar el horno a 180 °. Colocar las galletas en la bandeja del horno y espolvorear con un poco de azúcar, no especificaba y yo le puse azúcar glas. Hornear durante 15-20 minutos. No conviene que se doren mucho. Así como en la foto, tienen que quedar blanquitas. Están muy ricas.
