martes, 25 de junio de 2019
CHEESCAKE DE LIMÓN.
Sin horno. Esta la he probado. Ahora con el calor, encender el horno no apetece nada. Esta es una tarta tipo mousse sencilla y refrescante, es mejor hacerla de un día para el otro y respetar un poco los tiempos de reposo, porque yo en la prisa por acabarlo no deje entibiar la gelatina lo suficiente y se me mezcló un poco con el cheescake. Pero esta buenísima igual. Use galletas rellenas tipo el principe, pero con crema de limón, aunque se puede usar galletas maría o las digestive.
INGREDIENTES :
Base:
200 gr de galletas rellenas de limón
60 gr de mantequilla fundida
Mousse:
250 gr de queso crema
200 ml de nata para montar
100 ml de zumo de limón
100 gr de azúcar
3 hojas de gelatina neutra
Gelatina de limón:
75 ml de zumo de limón
75 ml de agua
50 gr de azúcar
2 hojas de gelatina neutra
Ralladura de limón
Colorante amarillo (opcional )
Hacer la base de galletas. Triturar las galletas con el relleno incluido. Colocarlas en un molde desmontable y añadir la mantequilla fundida. Mezclar bien y repartir la mezcla por todo el fondo del molde. Alisar con una cuchara y reservar en la nevera.
Remojar la gelatina en agua fría. Poner al fuego el zumo de limón y el azucar. Cuando empiece a hervir retirar del fuego, añadir la gelatina escurrida y remover hasta q se disuelva completamente. Montar la nata, no hace falta que esté totalmente montada pero q esté lo suficientemente firme. Batir el queso en otro recipiente, y añadir el zumo de limón q se tiene que haber atemperado un poco. Mezclar bien hasta q no se vean grumitos y esté uniforme. Ir añadiendo la nata a cucharadas y mezclar haciendo movimientos envolventes hasta incorporarla toda. Verter la mousse sobre la base de galletas y reservar en la nevera un mínimo de 6 horas.
Una vez pasado este tiempo hacer la gelatina. Poner las hojas de gelatina en agua fría. Poner al fuego el zumo de limón, el agua y el azúcar. Cuando empiece a hervir retirar y añadir la gelatina escurrida. Remover hasta que se disuelva completamente. Podéis añadir un poco de colorante amarillo si queréis. Dejar entibiar. Esto es importante porque yo no me acordaba y se me mezcló un poco con la mousse, el sabor será el mismo, pero la apariencia será más bonita. Cuando esté tibio, sacar el cheescake de la nevera y poniendo una cuchara con el dorso hacia arriba para romper la caída de la gelatina y caiga suavemente, verter la gelatina sobre la tarta. Espolvorear con la ralladura de limón y reservar en la nevera al menos un par de horas. Nada que envidiar a las que venden en los supermercados o los restaurantes. Y al menos sabemos que lo que lleva es natural.