miércoles, 3 de abril de 2019

TARTA SACHER.

 Esta es una tarta que se puede ver en cualquier pastelería y los centros comerciales. Es de origen austriaco y es básicamente dos planchas de bizcocho gruesas unidas por una capa fina de mermelada de albaricoque, aunque hay versiones con mermelada de fresas, la original creada por Franz Sacher era de albaricoque. Y luego va cubierta con un glaseado de chocolate negro. Pese a lo que pueda parecer es realmente fácil de preparar, y los amantes del chocolate no se van a poder aguantar. Yo no la probé, ni un cachito...😢 pero me dijeron que estaba buenísima...


INGREDIENTES :
6 huevos L
150 gr de harina
150 gr de mantequilla
120 gr de azúcar
150 gr de chocolate negro 72% cacao o 65 gr de cacao puro
8-10 gr de levadura química
1 cucharadita de esencia de vainilla
Mermelada de albaricoque
Cobertura:
200 gr de chocolate negro 55%
200 ml de nata líquida

Derretir el chocolate al baño maria o en el microondas a intervalos de 30 segundos y dejar atemperar un poco. Batir los huevos con el azúcar hasta que tripliquen su volumen. Añadir la mantequilla fundida o en punto pomada sin dejar de batir y la esencia de vainilla. Tamizar la harina con la levadura y el cacao si lo usamos en polvo. Añadir a la masa haciendo movimientos envolventes para que no pierda aire. Añadir el chocolate fundido y mezclar bien. Engrasar un molde de unos 20-22 cm y espolvorear con harina. Precalentar el horno a 180°. Poner la masa en el molde y hornear durante 45 minutos aproximadamente. Sacar y dejar enfriar completamente. Igualar el bizcocho por la parte de arriba y darle la vuelta. Cortar en 2 mitades. Rellenar con la mermelada de albaricoque y cubrir con la otra mitad. Preparar la cobertura. En un cazo poner la nata al fuego y antes de que empiece a hervir retirar del fuego y añadir el chocolate troceado. Mezclar todo hasta que el chocolate se haya disuelto completamente. Poner el bizcocho sobre una rejilla y colocar debajo de la rejilla una hoja de papel de hornear para no manchar y recoger la cobertura que caiga del pastel. Verter la cobertura por encima de la tarta procurando que caiga sobre los laterales también. Decorar. Yo tenía un molde para hacer las hojas, pero podéis ponerle cualquier adorno de chocolate o con un poco de chocolate con leche o blanco fundido, pintar unas rallas sobre esta. Guardar en la nevera que solidifique la cobertura. Con el recorte del bizcocho se puede untar la cobertura que ha quedado sobre el papel, calentàndola un poco si se ha endurecido, y cortar en pedazos para los niños. Aquí no se tira nada!!!