Esta es la típica "tarta philadelphia", solo que hace tanto tiempo que la hago que ya la hago a mi manera que queda buenísima. Recomiendan cualquier mermelada de frutos rojos, pero yo he usado de naranja, melocotón, albaricoque, ciruelas, cerezas, moras... y están todas riquísimas, así que la preferida de todo el mundo os sirve. Yo la doy como la hago porque no se necesita balanza.
INGREDIENTES :
1 paquete de galletas maría ( o digestive)
2 cucharadas de mantequilla
400 gr de queso de untar
400 ml de nata para montar
2 cucharadas colmadas de azúcar
5-6 láminas de gelatina neutra
4 o 5 cucharadas de mermelada al gusto
Primero hacer la base de galletas. Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla fundida. Colocar en un molde desmontable y presionar bien para que quede compacta. Reservar en la nevera. Remojar la gelatina en agua fría. En un cazo poner el queso crema, la nata y el azúcar y poner al fuego sin dejar de remover hasta que el queso se haya fundido y se hayan integrado todos los ingredientes. Cuando empiece a humear, Apartar del fuego, escurrir la gelatina y añadir removiendo hasta q se disuelva completamente, no necesita hervir.
Podéis usar en vez de gelatina 1 sobre de cuajada, esta si tiene que llegar a hervir, simplemente reservar parte de la nata para disolver la cuajada y seguir las instrucciones que hay en la caja. Volcar sobre la base de galletas poniendo una cuchara con el dorso hacia arriba para que rompa la caída y caiga con suavidad. Reservar en la nevera hasta que solidifique, unas 4 horas mínimo. Pasado este tiempo, en un cazo calentar un poco la mermelada que elijáis para que esté más líquida y se reparta mejor y poniendo una cuchara con el dorso hacia arriba dejar caer la mermelada sobre la tarta ya cuajada. Mover el molde para que se reparta bien y reservar en la nevera. Para desmoldar pasar un cuchillo por el borde y desmoldar con suavidad.