INGREDIENTES :
350 gr de harina de fuerza
1 huevo
25 gr de mantequilla
50 gr de azúcar
75 ml de leche tibia
100 ml de agua tibia
2 cucharadas de leche en polvo
25 gr de levadura fresca
1/2 cucharadita de sal
Para el relleno:
100 gr de nueces
75 gr de papaya deshidratada
40 gr de mantequilla
40 gr de miel
Almíbar
Comenzamos diluyendo la levadura en la leche y el agua tibios. Mezclar la harina con el azúcar. Hacer un hueco en el centro y poner el huevo con el agua y la leche. Comenzamos a amasar y añadimos la sal en cuanto tengamos los ingredientes ya completamente integrados. La sal mata la levadura, por eso es que yo siempre la agrego una vez los ingredientes están todos integrados. Podemos ponerla al principio, pero siempre procurando que esté en un ladito del recipiente y que no entre en contacto directo con la levadura. Amasar durante 10 minutos y añadir la mantequilla. Integrarla bien, y amasar durante unos minutos hasta que quede lisa y ya no se pegue. Hacer una bola y ponerla en un recipiente engrasado o con harina y cubrir. Dejar reposar entre una hora y una hora y media, aunque con el calor a mi me dobló el volumen en una hora. Mientras esperamos que leve la masa picar muy finitas las nueces y la papaya, como en la foto.
añadir la miel y la mantequilla, mezclar, cubrir y reservar. Cuando la masa esté lista, espolvorear con harina la superficie de trabajo. Desgasificar suavemente la masa y ponerla sobre la harina. Hay quien dice que hay que amasar un minuto, pero yo prefiero no hacerlo, la masa en reposo se relaja y es fácil de manipular, al amasar pierde esa elasticidad y al estirar con el rodillo tiende a contraerse, con lo que es más difícil de extender. Con un rodillo estiramos la masa de forma más o menos rectangular. Extender el relleno por toda la superficie y enrollar por el lado más largo. Cortar con la ayuda de un cuchillo engrasado 12 porciones aproximadamente. Colocarlas en una fuente engrasada y cubrir. Dejar reposar media hora. Precalentar el horno a 180°. Meter los bollos y hornear por aproximadamente 20 o 25 minutos. Mientras se hornean preparar un almíbar con agua y azúcar. Una vez los saquemos del horno pintar inmediatamente con nuestro almíbar caliente. Dejar enfriar. Podéis hacer una glasa en vez del almíbar y decorar, pero así están muy buenos.