Crujientes por fuera... fundidos por dentro... Así calentitos mejor, pero fríos también deliciosos. Yo le pongo chocolate negro, pero se puede usar el que más os guste, o si son para más tarde y lo queremos fundido, substituir por nuestra crema de cacao favorita. Los rellenos pueden variar, también los he hecho de cabello de ángel o con manzana asada con canela, pero de lo que más os guste, el proceso es el mismo. Se tienen listos en un momento y son irresistibles. No doy cantidades, simplemente usad lo que vayáis a consumir. La pasta filo, si la tapais bien con el papel encerado en el que vienen, se pueden conservar varios días en la nevera sin que se resequen.
INGREDIENTES :
Hojas de pasta filo
Chocolate en tableta
Aceite para freír
Azúcar para espolvorear
Coger una hoja de pasta filo y doblar por la mitad por la parte más larga. Y cortar a la mitad. Poner un par de cuadrados de chocolate en el centro de la parte más cerca de nosotros,
y cerrar ambos extremos llevándolos hacia el centro para asegurarnos de que el relleno no se salga al fundirse en la sarten. Como en la foto.
Enrollar y freír en la sarten Hasta que estén doraditos
Una vez fritos, poner en un plato sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa y después espolvorear con azúcar. Buenos, buenos...
