Bueno, estos no podían faltar. Mi familia los esperaba para semana Santa, o para Navidad, o para cualquier salida al campo están bien, son rápidas de hacer, y en este caso no las he hecho como la suelo hacer, una rosquilla simple, si no, dos juntas, cómo son los típicos roscos de semana Santa. La receta que usado esta vez no es la misma que suelo usar, la de 6 cucharadas de leche 6 cucharadas de aceite 6 cucharadas de azúcar, sino, otra que vi por YouTube, en el rincón de Belén. Los roscos eran de tamaño muy grande y solo los podía freír de una sola vez así que los hice en un tamaño un poquito más reducido y con esa receta completa, me salieron toda esta cantidad. Ella usaba harina bizcochona pero yo no tengo y creí que no era necesario, simplemente usé harina común y le añadí un poquito de levadura, salieron igual.
INGREDIENTES:
550 gr de harina de repostería
3 huevos
140 gr de azúcar
70 ml de aceite vegetal
110 ml de leche
Ralladura de limón
Azúcar y canela para rebozar.
Cómo vuelvo a repetir, yo use harina normal y le añadí un sobre de levadura para esta cantidad. Primero batir los 3 huevos con el azúcar, yo no le puse los 140g porque ya iba rebozado de azúcar y canela, así que tan solo le puse 100 y quedaron perfectos. Añadir el aceite, la leche y la ralladura de limón. Batir todo bien. Comenzar añadir la harina de de 3 cucharadas en tres cucharadas, ir mezclando según se le va añadiendo la harina. Si usáis harina común como yo, recordar tamizar la levadura junto a la harina antes de añadirla. Amasar bien todo para integrarlo. Una vez esté la masa lista, untar con un poco de aceite la superficie de trabajo. Colocar la bola sobre la superficie y estirarla con las manos hasta que quede una masa de medio centímetro de grosor. La muchacha del vídeo decía que era importante no estirarla con el rodillo, sino con las manos. Una vez tengamos la masa estirada, con un cortapastas, o un vaso, o cualquier cosa que nos sirva para cortar círculos, ir cortando círculos de masa. Con los restos de la masa juntarlos y volver a estirarla con los dedos y cortar con el cortapastas. Así hasta que acabemos con toda la masa. Poner al fuego a calentar un cazo o una sartén honda con bastante aceite. Calentar a una temperatura media e intentar jugar con la temperatura para que no nos suba demasiado. Ir juntando los discos de dos en dos, y con los dedos hacer el agujero del medio e ir colocándolos en la sartén. Los roscos se hundirán durante unos segundos y después subirán a la superficie, es el momento de darles la vuelta. Dejarlos cocinar 15 segundos por cada lado hasta que estén fritos. A mí aquello me parecía demasiado trabajo y tan solo le di unas 3 primeras vueltas así, y después dejé que se terminaran de dorar por un lado antes de darles la vuelta. Una vez tengamos los roscos fritos escurrir bien el aceite y ponerlos en un colador con papel absorbente, y antes de que se enfríen, mientras aún están calientes, pasarlos por una mezcla de azúcar y canela. Dejar enfriar.
