INGREDIENTES :
Para el bizcocho :
300 gr de uvas
200 gr de mantequilla
3 huevos
275 gr de harina
175 gr de azúcar
1 yogur natural
1 sobre de levadura química
1 cucharadita de Esencia de vainilla
Un pellizco de sal
Para el crumble:
75 gr de azúcar
75 gr de harina
50 gr de mantequilla
50 gr de nueces
1 cucharadita de canela
Primero preparar el crumble. Picar las nueces no muy grandes para que quede más fino. Mezclar en un bol todos los ingredientes, la mantequilla ha de estar fría, hasta que queden como unas migas, y reservar en la nevera.
Precalentar el horno a 180°. Batir la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta blanquear un poco. Añadir los huevos 1 a 1 hasta integrarlos todos y sin dejar de batir. Añadir el yogur y la esencia de vainilla. Mezclar y tamizar la harina con la levadura y la sal y añadir a la mezcla. Mezclar hasta integrar. Engrasar y enharinar un molde (el mio de 26 cm) , y volcar la masa dentro. Alisar la superficie. Repartir las uvas lavadas por encima de la masa, yo antes de hacerlo les saco las pepitas para que no resulte después desagradable encontrarlas. Sacar el crumble de la nevera, y con los dedos, desmigar la masa sobre las uvas repartiendo todo bien. Meter al horno y hornear por aproximadamente 40-45 minutos. Cada horno es un mundo, no todos tardan lo mismo en cocinar, también depende del tamaño y la forma del molde que pueda variar el tiempo de cocción, así que para mayor seguridad pinchar con un palillo Hasta que esté salga seco. Si veis que no está listo y se empieza a dorar en exceso, cubrir con papel albal Hasta que se haga por completo. Este evitará que siga dorándose por la superficie. Dejar enfriar y desmoldar.